martes

POESIA CON... MARIA ELENA PONCE




JUEGO DE SOMBRA Y LUZ


Leve la cotumbre
se deja arrastrar al olvido
y llegan para hacer conjuros
como recien salidos del vientre
corazón, sentir y manos.

Con entrecortada respiración
se adhieren a su herida
las sombras que deliran
en cada triturar de grillos.

Más la luna tras las nubes
sigue siendo pájaro herido
de trinar adolorido,
mientras la noche se quiebra
una vez más doblando sus bordes
de negricima y suave seda.

Y aunque fiera se resiste
débil adelgaza su bonanza
de silencio y oscuridad,
porque aunque reniegue
debe su imponencia doblegar,
para que el día vuelva a incendiar
de azul y luz los ojos,
sembrando otro amanecer
de fe y esperanza en el alma.

María Elena Ponce.

***

Llega la tristeza
y se deja llevar a la melancolía,
invocando sortilegios que estremescan
su angustia, se ovilla reclinada en devaneos.

La tristeza se entorna
y le envuelve para acuñar sus lágrimas
que el pecho adolorido no contiene.

Con un suspiro triste
se agolpan los recuerdos
y crecen más sus miedos
mientras la noche alarga su congoja.

La aurora distante le priva sus fulgores
meciendo su dolor bajo la luna,
mientras teje el pensar de sus amores
en la niebla sutil de alrrededores.

Ya fragil la tristeza va cediendo
y un brillo de sus ojos como sombra y luz
ya son aurora.

Gerardo Omaña Márquez