domingo

EN ESTA INMENSIDAD DE TUS ARENAS


Mi corazón de brisa hoy pide tu silencio,
tu silencio junto a mi acompañado.
...
Quizás yo fui ese viento que te movió mujer arena
por los caminos del sueño refrescando tu cara,
llevándote por las frondosas ramas
donde se enredaron tus latidos.

Silencia junto a mi tus finísimas arenas de la angustia y deja los murmullos volar junto a mi brisa.
Ya pasaron las noches de aquel canto
que tú mujer arena clamabas mi presencia,
tu canto penetró los surcos y mis pies se hundieron
para hallarte.

Tomé tus manos y elevamos un viaje,
un viaje al reino de las mariposas,
de aromas de un otoño... los dos en la hojarasca
donde el amor durmió con el juego de tu manos.

Donde silentes compartimos la existencia,
la vida o muerte con solo nuestros nombres,
con tu piel y mi piel un solo abrigo
bajo el temblor de las estrellas.

Vagaron nuestras mentes por ese mar azul de tus arenas
y el infinito azul de mi brisa hacia los cielos.
Fuimos así, oasis de un desierto envueltos del amor entre dos cielos.
Un despertar de arena y viento donde el amor no tocó olvidos, abiertos como alas extendidas, sobre esta inmensidad de tus arenas.