viernes

TARDE DE RECUERDOS


Va cayendo la tarde: la intensa luz
llega a mis campos bajo la hora del crepúsculo
dorando de colores los árboles mustios.

Su tibio calor se adentra hasta mi alma
llenándose mi pecho de recuerdos.

Que suave calor y que alegría de los dos
en esa tarde de vientos refrescantes
donde la brisa llenándonos la cara
hacía olvidar todas las penas.

Que alegría de momentos felices
caminando los dos por la pradera
con el sol en un cielo de colores
bendiciendo el amor a su manera.

La alegría dulcisima deja en mi pecho
su dulce silencio
y se escucha el trinar de los pájaros
como el canto de un Dios en acecho.

Ya las flores sedientas de sombra
van dejando su aroma en el viento
que se esparce, recorre y asombra
nuestros ojos mirándonos dentro.