miércoles

TU AUSENCIA



En que río de piedras te esfumas, te ausentas distante de mis ojos
aún cuando en ellos tu silueta duerme?

Te extrañan mis manos y frías se estremecen arañando lejanías, buscando tu horizonte.
Y te busco acompañando la esperanza en tardes de un verano, y navegando el otoño a la luz de unas estrellas.
Y te busco en inviernos sin saber que me pierdo mientras sueño tus ojos con luz de primaveras.

Aquí estoy amor con la voz muda del alma. Sintiendo este dolor de ojos sin llanto, deseando que tu ausencia gire y vuelva para bañar de luz mi alcoba triste.



jueves

EN ESTAS GANAS


En estas transparentes ganas de descifrar palabras fundidas en un verso, de andar buscando la verdad que no encontramos, en esas ganas aprendemos que el amor impulsa y rema un espacio tras otro de besos, de dolor y de recuerdos.
En esas ganas, cuando la pena nos inclina, buscando a Dios cuando la sombra nos arropa en las preguntas sin respuesta, en esas ganas se nos pierde la mira...da y tramonta el pensamiento sus congojas.
Nos hacemos fugitivos y la piel madura sus estragos, de tanto andar en la resaca del olvido, de ser pozo profundo del alma que no aflora para cubrir los surcos de la piel ajada.
Tropezamos y sangrientas heridas, nos depara la fe truncada que repica y llama para apagar el fuego de todo lo sufrido.



viernes

HECHO MIGAJAS

Una vez más expreso mi dolor interminable que sube por mis venas y me asfixia como gas venenoso en mis pulmones.
Gruesa angustia congojada que crepita como lluvia cayendo en los tejados.
Interminable es mi voz ahogada que hace fluir mi espanto como bruma oscura, que transita los caminos de mis Lares; arrasadora bruma.
Como en abstraído sueño estoy viviendo este interminable dolor que me asfixia y me abisma en cavilares del gran amor desvanecido.
Ya no se quien soy ni porque vivo, ya mis versos en sangre se manchan y borrosos se pierden, buscando los umbrales de un lejano lugar irrecordable.
Quizá ya esté muriendo en la bruma de mi vida, en esa pequeña luz que aún pervive; la mudez de mi voz, la lisonja arrinconada, bruma y nada más que bruma.
Alguien tañe cual campana mi dolor, lo siembra en aguijones por mi cuerpo. Todo es charco fluyendo alrededor.Migajas se desprenden como barco destrozado entre las olas, como náufrago asido a los deshechos mirando un horizonte que no alcanza.
Todo es bruma con viento enardecido, y yo, gaviota herida no puedo guturar mi canto, caeré a la mar para morir de espumas y arribaré a la playa hecho despojos.

miércoles

Y LLEGA LA TARDE

Y llega la tarde con el crepúsculo lejano sembrando los colores que me recuerdan tu ausencia. Colores punsantes. Y se hace la noche, desprendida de silencios en calma, que fluyen erráticos buscando mi alma y volviendose frios en la oscuridad del recuerdo. Y sigue la noche trashumante vagando hacia la aurora en una quietud que desentona la realidad del abismo, donde se plasma el desencuentro de tu voz y de mi llanto. Y llega la aurora para hacerse luz ante mis ojos que borrosos dejan caer las lágrimas al no encontrar los tuyos. Así me duermo. Acompañado de la imagen de montañas frias que denotan mis ventanas. Susurro a ciegas y me vuelvo de nuevo noche desgajada entre las sabanas. Las estrellas palpitan entregando su luz como un convite de alborozados rescoldos. Andando sobre mi rostro, se blinda de zarzas y ya no alegre deambula entre entre el dolor que da el silencio.