sábado

A MARIA ELENA PONCE

Cuando miramos tras la ventana de nosotros mismos, nos desnudamos lentamente sin saber donde empezar con nuestra propia historia.
Es pasar revista y detenernos en el eco de un instante que nos transporta al ambiente de un diálogo autorreflexivo.
Es mirar como el tiempo amigo de los años, nos muestra la copa derramada de los actos que pudieron cambiar o no nuestro destino.


Y ahí estás con las palabras
que nacen de tu alma
aquellas que iluminan la flora de tus versos
las noches y los días de todo tu universo.
Aquellas que tu verbo va dejando
como lenguaje celestial que abarca todo
como luz de fuego en llamaradas
al solo pensamiento de una idea.

Palabras confesas que se quedan
trasmutando a lo eterno y lo divino
las que se vuelven flores a orillas de un camino
o nos cambian la angustia de unas penas.

Ahora el tiempo regresa hacia tu alma
trayendo flores, sonrisas y palabras
se te dibujan en tu cuerpo las guirnaldas
vertiendo tu sonrisa como el agua.

Y te vuelves río recorriendo el tiempo,
trasmutando letras como luz de aurora
y ruedan tus gotas al sentir de ahora
goteando desde tu alma todo el sentimiento.

Y siento que vuelas como mariposa
entre las piedras que el agua va golpeando
y siento que subes como la marea
llenando mi alma con tan bellas cosas.

Te admiro inmensamente.
Besos para tu alma.

2 comentarios:

Nerim dijo...

Un poema precioso.

Te recuerdo que en mi blog tienes un premio para ti.

Un fuerte abrazo

María Elena Ponce dijo...

Mi dulce amigo y poeta a tu llamado vuelvo,
secando lágrimas
y desgajando la risa
como la miel de los panales
para que el viento
las lleve a tu encuentro.

He estado pasando momentos difíciles, por ello mi silencio,
pero tus versos me han hecho romper
el mutismo y aislamiento para decirte...Aquí estoy Gerardo ¡He vuelto!

Un beso y todo mi cariño

María Elena Ponce